Mensaje del Viceministro de Relaciones Exteriores de Grecia responsable para el Helenismo del Exterior, Sr. Andreas Katsaniotis, con ocasión del Aniversario Patrio del 28 de octubre.

Queridas y queridos compatriotas,  

El  Aniversario  del  28  de  octubre  de  1940  es  para  todo  el  Helenismo  un  día  de conmemoración  y  honor.  Hoy  se  rinde  homenaje  a  la  valentía  del  alma  y  la  fuerza  del corazón con las que nuestros antepasados se mantuvieron erguidos frente al chantaje del ambicioso invasor. Le gritaron “NO” al fascismo y al nazismo. Un orgulloso “NO” que
resume la creencia de los griegos en los valores universales de libertad, justicia y devoción  a los ideales nacionales.

La negativa de Grecia, en la madrugada del 28 de octubre, a rendirse a las fuerzas del  Eje,  se  convirtió  rápidamente  en  el  pulso  efervescente  de  un  pueblo  que  tomó  las armas en sus manos para defender las tierras santas de la Patria. Este vigor de los griegos despertó el respeto y la admiración  en los pueblos tanto amigos como enemigos, y resultó
ser sinónimo de heroísmo. Ejemplo de la unión de un pueblo que no se doblegó ante el sentimiento de superioridad del enemigo. Por el contrario, ganó fuerza para lanzarse al campo de batalla, demostrando que ninguna superioridad numérica ni militar se puede comparar con la fuerza del alma y del corazón.

Griegas y griegos en cada rincón del mundo,

Este año, la celebración del Aniversario del ‘40 coincide con las celebraciones del Bicentenario  del  inicio  de  la  lucha  por  el  Resurgimiento  de  la  Nación  Helénica.  Esta resulta  ser  coincidencia  más  oportuna  para  hacer  una  revisión  histórica  nacional  y  un
levantamiento  patriótico.  Los  sacrificios  de  nuestros  antepasados  nos  han  inspirado  y
guiado  hasta  el  día  de  hoy.  La  fe  en  los  ideales  de  libertad  y  dignidad  humanas,  el
sentimiento de responsabilidad por la defensa de la Patria, la fuerza que vence el miedo y alimenta la esperanza. Esto es lo que nos guía, ilumina el sendero que estamos llamados a  recorrer,  todos  juntos  como  Nación,  y  nos  inspira  a  progresar  con  la  mirada  en  las próximas generaciones de griegos. En esta senda, les invito a que caminemos juntos como un puño, teniendo como única preocupación  conquistar nuestros propósitos nacionales, así como también un futuro más próspero y prometedor para nuestros hijos.