Entrevista al Embajador de Grecia, en España, Ilias Fotopoulos, por La Vanguardia: “En la crisis del 2008, Grecia resistió y ha vuelto con fuerza”

Ilias Fotopoulos es el embajador de Grecia en España. Con motivo de la reapertura del consulado de este país en Barcelona, habla de la estrecha conexión de Grecia con Catalunya y España, de la buena marcha de la economía griega y de los retos a que se enfrenta en el contexto del cambio climático.

Ustedes van a reabrir su consulado en Barcelona. Se trata de un consulado con una larga historia...

Se trata de una de las autoridades consulares más antiguas de Grecia en el mundo. Grecia estableció relaciones diplomáticas con España en 1834, es decir, inmediatamente después de su fundación como estado independiente, y un poco después, en 1843, fundó el consulado general en Barcelona. Tuvo que ver con el gran desarrollo del puerto de Barcelona en esa época y también con el rápido avance de la marina mercante griega. Durante los primeros años tuvo como objetivo principal la prestación de servicios portuarios a la flota comercial griega. Bajo esta forma operó hasta 1991 y, después, ya como consulado de carrera, cuyo funcionamiento se suspendió en el 2008 por la reducción de gastos públicos en vista de la incipiente crisis económica. Su reapertura es un hecho importante para nosotros.

¿Cómo es la comunidad griega en Barcelona y Catalunya?

Se trata de una comunidad de unos 5.000 griegos, dinámica, con fuertes lazos con la patria, la lengua y las tradiciones, e integrada por completo en la vida social y económica de Catalunya. Es un fortísimo puente que conecta nuestros países y un factor importante para profundizar en la comprensión mutua y la colaboración.

¿Cuál es el estado de las relaciones entre Grecia y España?

A Grecia y España las unen vínculos fuertes e históricos de amistad, colaboración y respeto. Somos compañeros y aliados en la UE y la OTAN y, además, países del sur de Europa y del Mediterráneo. Compartimos el reto migratorio. Estos retos requieren de la lucha conjunta, solidaridad y colaboración de nuestros países para promover el bienestar, la estabilidad internacional y el respeto al derecho internacional. Además, nuestra colaboración económica se está desarrollando de manera especialmente favorable. El volumen bilateral de las transacciones en el 2022 alcanzó los 4.850 millones de euros, con un aumento anual del 37,7%. Sin embargo, creo que hay mucho margen para un mayor aprovechamiento de ese potencial.

Grecia ha mejorado en los últimos años su situación económica y ha incrementado la atracción de inversiones.

Ciertamente, Grecia sufrió consecuencias gravísimas en el marco de la coyuntura económica mundial desfavorable del 2008. Las duras políticas fiscales que se impusieron en el marco de los programas de rescate tuvieron consecuencias muy graves, sobre todo en el tejido social. Sin embargo, gracias a los sacrificios de su pueblo, Grecia resistió, y hoy ha vuelto con fuerza. La reciente recuperación del grado de inversión por parte de la agencia de calificación Standard & Poor’s sella la recuperación de la economía griega. En un periodo de inestabilidad mundial, los bonos del Estado griego cada vez son más atractivos para las compras internacionales, reduce de forma significativa los costes por intereses y abre el camino a capital de inversión de miles de millones de euros que no podían depositarse en la economía griega durante los últimos 15 años. La economía griega creció un 5,9% en el 2022, mientras que para el 2023 y el 2024 se espera un crecimiento del 2,3% y el 3%, respectivamente. Al mismo tiempo, el desempleo ha disminuido en un 10,9% y se espera que se reduzca aún más en el 2024.

Grecia es una potencia turística. ¿Cómo aborda su país los retos que para esta actividad supone el cambio climático?

Tiene razón. Es un hecho que Grecia es uno de los diez destinos turísticos más importantes a nivel mundial. La industria turística griega contribuye de forma determinante al aumento del PIB, al empleo y a la atracción de inversiones extranjeras directas. Sin embargo, los fenómenos climáticos extremos nos encienden las alarmas, puesto que todo indica que serán más frecuentes y, por tanto, requieren de una confrontación multilateral. Creo que, primero a nivel europeo, tenemos que reconocer la necesidad de actuar y liderar los esfuerzos en la UE para el establecimiento y la aplicación de un plan estratégico integral, considerando que el enfoque europeo deberá formarse con base a las necesidades que surjan de la confrontación de la cuestión migratoria y del cambio climático. En este sentido, Grecia, que, como ya sabe, ha presentado su candidatura a miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, si resulta elegida, presentará, entre otros, el cambio climático como eje central de su candidatura, junto con el respeto al derecho internacional y la seguridad de la navegación.

¿Cuál es el estado de las relaciones entre Grecia y Turquía?

Vemos de forma positiva la mejora de las relaciones entre Grecia y Turquía, en comparación con el clima negativo que existía hasta hace poco, y, en concreto, desde el 2019 hasta inicios del 2023, debido a las acciones y declaraciones provocadoras de Turquía, vulnerando el derecho internacional y el derecho del mar tal y como está estipulado en la convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM). Es nuestra convicción intentar desarrollar buenas relaciones de vecindad con base en el respeto mutuo. Últimamente, la situación en el mar Egeo y en el Mediterráneo oriental, en cuanto a la cuestión greco-turca, se ha calmado, y la sincera intención del Gobierno griego es conservar este clima, en beneficio de ambos pueblos. Además, la creación de la confianza mutua es un requisito indispensable para una mayor normalización de nuestras relaciones bilaterales con Turquía. En este marco, ambas partes se esfuerzan en profundizar nuestras relaciones bilaterales, algo que se ha confirmado durante el último encuentro entre el primer ministro griego y su homólogo turco en Nueva York el pasado septiembre.